¿Realmente Dios aprueba el castigo físico a los niños?



"No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro". 
Proverbios 23,13-14 (NVI) [1]



Este es uno de los versos más usados por las personas para defender y aplicar el castigo (corrección) físico a los niños. Incluso en varios libros de crianza es bastante difundida la creencia que el castigo físico es correcto si se realizada en las nalgas, con una vara, controlando la intensidad, sin enojo y si está inmediatamente seguido de un acto amoroso al niño(a):

"Para aquellos niños desafiantes, que se niegan a obedecer o a ser persuadidos por consecuencias más leves, como el tiempo de descanso, las nalgadas son útiles, eficaces y apropiadas". [2] 

¿Es esto realmente lo que enseña la Biblia? 


A primera vista pareciera que sí, pero también es cierto que, el hecho de que un texto bíblico del antiguo testamento enseñe algo, no es suficiente para que se convierta en regla del comportamiento cristiano. Es necesario que esa enseñanza sea contrastada con la vida y enseñanzas de Jesús del nuevo testamento. Al respecto, en Mateo 18:10, Jesús habla claramente de la forma que debemos tratar a los niños: 

"Miren que no menosprecien a ninguno de estos pequeños. Porque les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de Dios". Mateo 18:10 (NVI)




Pongamos el enfoque en la palabra MENOSPRECIAR: 

Menospreciar(sig): conceder a una cosa o persona menor valor o importancia del que merecen.
Menospreciar (sinónimos): despreciar, relegar, ignorar, abandonar, humillar, ultrajar, olvidar, desatender, avergonzar, rebajar, burlarse, ofender, insultar.

Cuando propinamos cualquier forma de castigo o corrección física a un niño o niña, lo estamos menospreciando porque estamos teniendo en menos la capacidad de defensa del niño. El adulto abusa de su condición de mayor fuerza y estatura para hacerlo. Pregunto, ¿lo harías si tu hijo fuera más alto y más fuerte que tú?

Ahora voy a presentar algunos (de varios) versos que se encuentran en el mismo libro de Proverbios, y que aplican para todos:

"Golpea al insolente y se hará prudente el inexperto, reprende al entendido, y ganará en conocimiento". Proverbios 19, 25


"El castigo se dispuso para los insolentes y los azotes parea la espalda de los necios". Proverbios 19, 29

"El látigo es para los caballos, el freno para los asnos, y el garrote para la espalda del necio". Proverbios 26,3


¿Cuántos de nosotros, no somos necios y en alguna oportunidad hasta insolentes?¿Piensa que no es necio? Pregúntese, ¿cuántas veces el médico le ha dicho que debe empezar a comer saludablemente, hacer algún tipo de actividad física y no lo ha hecho? ¿Cuántas veces ha rehusado hacerse ese chequeo preventivo que sabe es necesario? ¿Cuántas veces ha discutido con tu esposa(o) por ser terco(a)? 

Si todos hemos sido y somos necios en alguna área de nuestra vida, ¿merecemos entonces ser golpeados o recibir azotes en la espalda hasta que aprendamos? Conozco casos de gente creyente que aún a pesar que el médico les indica comer saludablemente por el riesgo coronario, diabetes, etc., hacen caso omiso a las recomendaciones. ¿Debería ese médico propinar algún golpe en la espalda de ese paciente necio? Todos sabemos que no y, aún cuando estuviera peligrando su vida, nadie tendría el derecho de golpear a nadie por más necio que éste fuera y si en caso sucediera estaría en todo el derecho de poner una denuncia a la autoridad competente. 


¿Por qué entonces exigimos con tanta ligereza que un determinado versículo sí se aplique en los niños y varios otros versos no los aplicamos para los adultos? 

Como bien dice el teólogo cristiano Harold Segura [3]:

"La vida y las enseñanzas de Jesús son la clave para aquellos textos bíblicos que sugieren el uso de la violencia como medio para vencer a los enemigos, imponer las enseñanzas de la ley divina o educar a los hijos e hijas. Por respeto al texto sagrado se debería hacer el esfuerzo de interpretarlo a la luz de los propósitos de Dios revelados en la persona pacificadora y amorosa de Jesús de Nazareth. Las lecturas literales, por lo general, afirman lo que dice la letra pero sin descifrar el sentido. Razón tiene el apóstol al decir que somos ministros de un nuevo pacto, que no es «el de la letra, sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida» (2 Corintios 3:6). Y el espíritu de las enseñanzas de Jesús es la no- violencia, la misericordia, la paz y la justicia."



Queda claro entonces que a la luz del nuevo testamento, toda enseñanza que incite la violencia, castigo o condenación (que no forman parte del corazón de Jesús) no deben usarse como reglas del comportamiento cristiano. 

Jesús nos enseñó que la bondad es la que conduce al arrepentimiento, no los castigos ni la condenación. Veamos por ejemplo, qué es lo que sucede con la mujer adúltera cuando es llevada a Jesús (Juan 8: 1-11). Dice la biblia que fue encontrada en el preciso acto de adulterio. Ella conocía cuál era el castigo que le correspondía, seguramente hasta pudo haber presenciado apedreamiento anteriormente pero la amenaza de la ley no detuvo a la mujer de cometer adulterio. Pero, recibir la aceptación de Jesús, sabiendo que aunque merecía ser apedreada hasta la muerte, Él no le condenó, le dio el poder para arrepentirse. Jesús se aseguró de que ella se fuera sin sentir la condenación y culpa porque sabía que es la gracia (favor inmerecido) lo que conduce al arrepentimiento. [4]



"Si Dios quisiera tratar con nosotros y castigarnos según nuestros pecados, no habría enviado a su Hijo a ser azotado, golpeado y crucificado. Dios ha agotado su ira hacia todos sus pecados en la cruz"
Joseph Prince


¿Es entonces que debemos permitir que los niños hagan lo que se les antoje?

En lo absoluto. Algunos adultos piensan que si no hay golpes, pasan inmediatamente a ser padres permisivos, otros piensan erróneamente que la mala conducta continúa porque el castigo no fue suficientemente severo para aprender la lección y, que si no hay castigos no hay forma de ponerles límites a los niños. Algo muy lejos de la verdad.

Dios es un padre tierno pero firme y siguiendo ese ejemplo es como nosotros debemos ser. Es este balance de amabilidad y firmeza lo que les inculcará la disciplina correcta. A lo que debemos apuntar es a tener hijos íntegros que se comporten bien aún cuando no los estemos mirando. Cuando educamos en base a amenazas, gritos, golpes, etc., sólo nos enfocamos en modificar la conducta del momento pero no solucionamos el problema a largo plazo. Como padres necesitamos formar seres autónomos, independientes, íntegros, con autocontrol, y nada de esto se logra con medios punitivos como son los golpes, gritos y/o amenazas.


¿Está mal entonces inculcar disciplina a los niños?

Este es el gran error que hay hoy entre la comunidad cristiana. Se piensa que disciplina significa castigos o corrección física. Se ha distorsionado el real significado de la palabra disciplina, y pienso que en ésto radica el error de la gran cantidad de personas que defienden el castigo físico como medio de disciplina.

De esto comentaré en un siguiente post:

- ¿Qué significa la palabra disciplina?
- ¿Qué implica disciplinar a nuestros hijos?
- ¿Se puede disciplinar sin gritos ni castigos?
- ¿Se puede disciplinar sin nalgadas, aún para los casos más desafiantes y rebeldes?
Todo siempre explicado teniendo como base lo que dice Dios en su palabra.

Oro para experimentes la gracia (favor inmerecido) de Dios en tu vida y que la proyectes en tus hijos e hijas.

Vanesa Ríos

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También puedes ver: La parábola del padre amoroso - parte 2

Referencias:
[1] Todas las citas bíblicas se han tomado de la Nueva Versión Internacional, NVI
[2] Dobson James. Cómo criar a un niño de voluntad firme. Unilit, 2005.
[3] Segura Harold. ¿Golpear para educar? El castigo corporal: Una relectura del libro de Proverbios-parte 2. En: http://movimientonj.org/golpear-para-educar-el-castigo-corporal-una-relectura-del-libro-de-proverbios-parte-2/ Sitio visitado en octubre 2017.
[4] Prince Joseph. El poder de creer correctamente. Faithwords, 2013.










Comentarios

  1. Muy de acuerdo en no maltratar a la infancia pero tengo problemas con Hebreos 12 en donde claramente valida este tipo de crianza al decir que Dios azota a todo aquel que recibe por hijo. Alguien podría darme una explicación de estos versículos?

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